martes, 26 de febrero de 2013

CIUDADANÍA



A raíz de la respuesta al visitante Der Russ, quien comentó la entrada 

Schöne Musik, schöne musiksurge este nuevo post.   


En ocasiones, muchos de nosotros, pudimos llegar a preguntarnos si lograríamos obtener la

ciudadanía alemana, y el Consulado Alemán en Buenos Aires lo resume en en pequeño  

apartado al que llamaron: 

"Problemática de la Ciudadanía Alemana de los Alemanes del Volga" 

que presenta  una situación paradojal que ya se atisba en el título mismo,

 cuya argumentación no fue aplicada a nuestros parientes que quedaron en el Wolga, 

ya que ellos sí pueden acceder a la ciudadanía alemana, puedo intentar adivinar que 

la diferencia radica en que ellos fueron víctimas del robo sistemático de su producción, 

perseguidos, prohibidos (en el uso del idioma, la cultura y el acceso a una vida digna), 

humillados, deportados, tratados como enemigos, llevados al exilio forzado 

en los campos "de trabajo", todo sin tener en cuenta los años pasados en aquellas 

tierras forjando lo que para Nosotros es la Patria de la que venimos y para Rusia significó 

producción, progreso y cultura en una zona yerma

Pero estas apreciaciones no son más que conjeturas por mi parte, en todo caso, 

debería ser el Estado Alemán a través del Consulado, expidirse al respecto.


Aquí transcribo el texto en cuestón, y al pié el link para ubicarlo en la página 

del consulado: 




Problemática de la ciudadanía alemana de los alemanes del Volga. 

La ciudadanía alemana como tal existe desde 1870, es decir que data de una época en 
la cual los alemanes del Volga ya vivían desde varias generaciones en las zonas de 
asentamiento de la Rusia de aquel tiempo. Entre 1870 y 1934 la ciudadanía alemana 
sólo podía adquirirse en forma mediata a través de una adscripción territorial. Por tal 
motivo, quedó impedido para los alemanes del Volga el acceso a la ciudadanía 
alemana, ya que no habitaban en el territorio de Alemania. 

Asimismo, los alemanes del Volga que emigraron desde los asentamientos en Rusia 
directamente hacia América del Sur nunca adquirieron la nacionalidad alemana con la 
consecuencia de que sus descendientes tampoco tienen derecho a acceder a la misma. 


Podría darse una excepción para aquellos ancestros que previo a la emigración 

vivieron un tiempo en Alemania y obtuvieron la ciudadanía alemana. Este hecho es 
solamente demostrable con la carta de ciudadanía que aún se encuentre en poder de 
esas familias, dado que ya no se dispone de registros oficiales de aquella época. 







Si bien nuestro origen es alemán, fue en las tierras del Wolga donde creció 

con fuerza propia Nuestra Identidad, esa que a veces se siente un poco perdida, 

pero que al mismo tiempo vemos resurgir, y además  provocando gran interés en 

las nuevas generaciones.


Cuando hablamos de Identidad Propia, creo debemos remitirnos al  recuerdo de 

nuestros ancestros, que al momento de volver a Alemania antes de embarcarse 

hacia estas tierras, se encontraron diferentes a esos otros alemanes, quienes a su vez 

los desconocían, porque ambos grupos evolucionaron independientemente.  

No veo en esto otra cosa que la imagen de una identidad consolidada, que había nacido 

y crecido desde sentir comunitario, cultural, e incluso espiritual  del que somos parte, 

y está en nosotros el velar porque ese resurgir sea auténtico, 

sin confusiones respecto a ideologías, costumbres y maneras que son ajenas, 

para que el resurgir sea desde nuestras raíces verdaderas para cultivar Nuestra Cultura.