A raíz de la respuesta al visitante Der Russ, quien comentó la entrada
En ocasiones, muchos de nosotros, pudimos llegar a preguntarnos si lograríamos obtener la
ciudadanía alemana, y el Consulado Alemán en Buenos Aires lo resume en en pequeño
apartado al que llamaron:
"Problemática de la Ciudadanía Alemana de los Alemanes del Volga"
que presenta una situación paradojal que ya se atisba en el título mismo,
cuya argumentación no fue aplicada a nuestros parientes que quedaron en el Wolga,
ya que ellos sí pueden acceder a la ciudadanía alemana, puedo intentar adivinar que
la diferencia radica en que ellos fueron víctimas del robo sistemático de su producción,
perseguidos, prohibidos (en el uso del idioma, la cultura y el acceso a una vida digna),
humillados, deportados, tratados como enemigos, llevados al exilio forzado
en los campos "de trabajo", todo sin tener en cuenta los años pasados en aquellas
tierras forjando lo que para Nosotros es la Patria de la que venimos y para Rusia significó
producción, progreso y cultura en una zona yerma.
Pero estas apreciaciones no son más que conjeturas por mi parte, en todo caso,
debería ser el Estado Alemán a través del Consulado, expidirse al respecto.
Aquí transcribo el texto en cuestón, y al pié el link para ubicarlo en la página
del consulado:
Problemática de la ciudadanía alemana de los alemanes del Volga.
La ciudadanía alemana como tal existe desde 1870, es decir que data de una época en
la cual los alemanes del Volga ya vivían desde varias generaciones en las zonas de
asentamiento de la Rusia de aquel tiempo. Entre 1870 y 1934 la ciudadanía alemana
sólo podía adquirirse en forma mediata a través de una adscripción territorial. Por tal
motivo, quedó impedido para los alemanes del Volga el acceso a la ciudadanía
alemana, ya que no habitaban en el territorio de Alemania.
Asimismo, los alemanes del Volga que emigraron desde los asentamientos en Rusia
directamente hacia América del Sur nunca adquirieron la nacionalidad alemana con la
consecuencia de que sus descendientes tampoco tienen derecho a acceder a la misma.
Podría darse una excepción para aquellos ancestros que previo a la emigración
vivieron un tiempo en Alemania y obtuvieron la ciudadanía alemana. Este hecho es
solamente demostrable con la carta de ciudadanía que aún se encuentre en poder de
esas familias, dado que ya no se dispone de registros oficiales de aquella época.
Si bien nuestro origen es alemán, fue en las tierras del Wolga donde creció
con fuerza propia Nuestra Identidad, esa que a veces se siente un poco perdida,
pero que al mismo tiempo vemos resurgir, y además provocando gran interés en
las nuevas generaciones.
Cuando hablamos de Identidad Propia, creo debemos remitirnos al recuerdo de
nuestros ancestros, que al momento de volver a Alemania antes de embarcarse
hacia estas tierras, se encontraron diferentes a esos otros alemanes, quienes a su vez
los desconocían, porque ambos grupos evolucionaron independientemente.
No veo en esto otra cosa que la imagen de una identidad consolidada, que había nacido
y crecido desde sentir comunitario, cultural, e incluso espiritual del que somos parte,
y está en nosotros el velar porque ese resurgir sea auténtico,
sin confusiones respecto a ideologías, costumbres y maneras que son ajenas,
para que el resurgir sea desde nuestras raíces verdaderas para cultivar Nuestra Cultura.